V Foro de Alto Nivel de la ONU sobre Cultura de Paz
D. Federico Mayor Zaragoza, colaborador habitual y defensor del proyecto de las Universidades Populares, participó el 1 de septiembre en el V Foro de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Cultura de Paz celebrado en el marco de la 70ª sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.
D. Federico Mayor Zaragoza, co-presidente del Instituto de Derechos Humanos, Democracia, Cultura de Paz y no Violencia de la Universidad Autónoma de Madrid (DEMOSPAZ-UAM), participó junto con Carlos Gimenez y Manuela Mesa, director y codirectora del Instituto.
El Foro reunió a importantes personalidades del ámbito de la Cultura de Paz y contó con la presencia de Ms. Ouided Bouchamaoui, miembro del Cuarteto Nacional para el Diálogo de Túnez, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2015. En este acto participaron más de 50 gobiernos y manifestaron su apoyo a la Cultura de Paz.
A continuación reproducimos integra la intervención que realizó D. Federico Mayor Zaragoza en este Foro, en el panel sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las sinergias con el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, en la que se reclama una acción inmediata, la reducción de un 10% por año y pais de los gastos armamentísticos, con la que poder realizar las principales metas de las Naciones Unidas. Desarme para el desarrollo, así de sencillo.
Más información
- Descarga de la intervención (PDF 64KB)
- Web de la campaña «Desarme para el desarrollo»
- Web de la Fundación Cultura de Paz
Naciones Unidas
Nueva York – Septiembre de 2016
V Foro de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Cultura de Paz
Panel I
Sinergia entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las ocho áreas de acción del Programa de Acción de las Naciones Unidas para una Cultura de Paz.
En primer lugar, deseo expresar mi más profundo reconocimiento a la gran cantidad de representantes de los Estados miembros de las Naciones Unidas, porque son los protagonistas de la transición de una cultura de guerra a una cultura de paz.
Muchas gracias al Presidente de la 70a Sesión de la Asamblea General por haber convocado este V Foro de Alto Nivel.
Muchas gracias también al Secretario General de las Naciones Unidas por sus incansables esfuerzos en favor de una cultura de paz y no violencia.
Deseo destacar así mismo, la presencia y los mensajes enviados por la señora Ouided Bouchamaoui, miembro del “Cuarteto de Diálogo” de Túnez, galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2015. El encuentro, el diálogo y la participación de la mujer son esenciales para la transición histórica de la fuerza a la palabra con el fin de para poder transformar radicalmente las tendencias actuales.
Es justo rendir homenaje a Anwarul Chowdhury, un gigante de la cooperación internacional, por lo que ha hecho en favor de la paz y la no violencia, y lo que está haciendo en la actualidad, particularmente a través del «Global Mouvement for the Culture of Peace».
Y por último, pero no menos importante, quiero agradecer a Ingeborg Breines, Presidenta del International Peace Bureau (IPB), la institución galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1910, que este año de 2016 promueve la campaña de «Desarme para el desarrollo»… Gracias por estar aquí, gracias por participar en el Panel II, gracias por su claro y firme llamamiento: no hubo fondos suficientes para los Objetivos de Desarrollo del Milenio… No hay dinero en la actualidad para los Objetivos de Desarrollo Sostenible… ni para los acuerdos sobre el cambio climático… No hay dinero para asegurar un legado intergeneracional apropiado, mientras que miles de millones de dólares se invierten cada día en armamento y gastos militares. ¡Sí! ¡Desarme para el desarrollo!
Señoras y señores, un breve documento sobre “Desarme para el Desarrollo” está su disposición tanto física como digitalmente en el enlace: https://desarmeparaeldesarrollo.wordpress.com/ Algunos extractos: “Es moralmente inaceptable que cada día mueran de hambre más de 20.000 personas al tiempo que se invierten en gastos militares y armamento 3.000 millones de dólares. Bastaría con una reducción razonable de estas ingentes y desproporcionadas cifras para que pudieran incrementarse rápida y sustancialmente las ayudas al desarrollo endógeno, sostenible y humano, en todo el mundo; se atendiera el crucial legado intergeneracional del medio ambiente, asegurando que no tenga lugar el deterioro irreversible de la habitabilidad de la Tierra; la cooperación internacional permitiría la puesta en práctica de las grandes prioridades de las Naciones Unidas (alimentación, agua, salud, ecología, educación, paz…); y, sobre todo, se haría posible el “nuevo comienzo” que preconiza la Carta de la Tierra.
Es tiempo de acción, porque pueden alcanzarse puntos de no retorno. Ya disponemos de múltiples diagnósticos. Ahora corresponde aplicar sin demora tratamientos adecuados y a tiempo. Los “principios democráticos” – como se define con tanta exactitud y visión en la Constitución de la UNESCO «para guiar a la humanidad»- deben ser incorporados, como referencia esencial personal y colectiva en el comportamiento cotidiano y en el marco político.
Con sólo que se redujeran un 10% por año y país los fondos invertidos en defensa y en el sector del armamento, la seguridad mundial actual seguiría sin verse afectada, mientras que las principales prioridades de las Naciones Unidas podrían ser implementadas ahora mismo, antes de que sea demasiado tarde, ya que estamos ante procesos que podrían llegar a ser irreversibles. Hay que destacar que tal estrategia de desarrollo probablemente podría conllevar una mejora general de la economía a escala mundial, contribuyendo a hacer frente a la migración severa y a los problemas sociales que enfrentamos en la actualidad.
Tal como ha declarado el Secretario General Ban-Ki-Moon, «el mundo está demasiado armado y la paz está insuficientemente financiada… Creemos que la transformación de la sociedad sólo puede lograrse manejando los conflictos de forma diferente y reasignando gastos militares».
Desarme para el desarrollo: así de sencillo. Las soluciones existen. La acción inmediata es una exigencia de nuestras responsabilidades intergeneracionales. La refundación de las Naciones Unidas es urgente.
Sigamos la iniciativa del International Peace Bureau sobre “desarme para el desarrollo” y elevemos presencialmente y en el ciberespacio innumerables voces de justicia y de paz.
¡Seamos “Nosotros, los pueblos…” los que, por fin, tomemos en nuestras manos las riendas del destino común”.
Este documento está firmado por Ingeborg Breines de International Peace Bureau y Anwarul Chowdhury del Global Mouvement for the Culture of Peace. Hay muchas personas relevantes en la vanguardia de la construcción de la paz que lo han suscrito https://desarmeparaeldesarrollo.wordpress.com/firmantes/
Es extremadamente urgente adoptar un nuevo concepto de seguridad, bajo la cuidadosa supervisión y participación directa de las Naciones Unidas. Sólo en los últimos meses, los inmensos incendios en España y California…, los terremotos en Italia y Birmania… la vergonzosa reacción de la Unión Europea y los países desarrollados relativa a los refugiados y los emigrantes que han tenido que abandonar sus países debido a la pobreza extrema…
Un breve resumen de este enfoque y propuesta está disponible en esta sala y también en el siguiente enlace digital: http://federicomayor.blogspot.com.es/2016/08/urgente-un-nuevo-concepto-de-seguridad_29.html
Los grandes poderes actuales siguen pensando que la fuerza militar es la única expresión y referencia de «seguridad». Gravísimo error, costosísimo error que se ocupa exclusivamente de los aspectos bélicos y deja totalmente desasistidos otros múltiples aspectos de la seguridad «humana», que es, en cualquier caso, la que realmente interesa.
Cuando nos apercibimos de la dramática diferencia entre los medios dedicados a potenciales enfrentamientos y los disponibles para hacer frente a recurrentes catástrofes naturales (incendios, inundaciones, terremotos, tsunamis,…) constatamos, con espanto, que el concepto de «seguridad» que siguen promoviendo los grandes productores de armamento es no sólo anacrónico sino altamente perjudicial para la humanidad en su conjunto, y que se precisa, sin demora, la adopción de un nuevo concepto de «seguridad».
¿Quién se acuerda de Haití? ¿Y de Ecuador? Cuando admiramos la heroica actuación de unos expertos bomberos y unos cuantos helicópteros y avioncitos en La Palma… y recordamos la «plenitud» de F-16 y F-18, y los misiles y escudos anti-misiles, y los portaaviones, y las naves espaciales… cuando seguimos las acciones admirables que llevan a cabo tanta gente y voluntarios para rescatar a algunas personas todavía vivas después de un terrible seísmo, sentimos el deber ineludible de alzar la voz y proclamar, como ciudadanos del mundo, que no seguiremos tolerando los inmensos daños, con frecuencia mortales, que sufren por tantas otras modalidades de «inseguridad» quienes -una gran mayoría- no se hallan protegidos por los efectivos militares.
La seguridad alimentaria, acceso a agua potable, servicios de salud, rápida, coordinada y eficaz acción frente a las situaciones de emergencia… es – ésta y no otra- la seguridad que «Nosotros, los pueblos…» anhelamos y merecemos.
Existen, precisamente, los objetivos del Programa de Acción para una Cultura de Paz que conmemoramos hoy aquí en este V Foro de Alto Nivel. La sinergia entre los objetivos de desarrollo sostenible y las ocho áreas de acción del Programa de las Naciones Unidas de Acción para una Cultura de Paz y la No Violencia es, como era de esperar, muy alta.
Lo que se necesita antes que sea demasiado tarde es acción. Y esta resolución, incluido el Desarme para el Desarrollo, depende del apoyo de los Estados miembros.
Federico Mayor Zaragoza
Ex Director General de la UNESCO.
Presidente de la Fundación Cultura de Paz.
Instituto de Derechos Humanos, Democracia y Cultura de Paz
y No Violencia, Universidad Autónoma de Madrid.